El juego sexual más tabú de los que se practican comúnmente es, sin lugar a dudas, el anal. Ya decirlo sonroja o genera suspicacia. Durante mucho tiempo ha sido fuente de incomodidad y vergüenza social, pero realmente no hay ningún motivo para sentirnos avergonzados o incómodos con los placeres anales.
Cuando se habla del sexo anal, la mayor parte de las personas piensan inmediatamente en la penetración anal, sin saber que ésta es la menos practicada de todas las variantes de estimulación al ano.  Porque hay muchas!  La estimulación digital, uso de juguetes y anilingus (sexo oral-anal) son prácticas mucho más comunes, puesto que la superficie externa del ano está repleta de terminaciones nerviosas que, bien estimuladas, proporcionan muchísimo placer para quien recibe una simple caricia o masaje a la zona.
Lamentablemente, son muchos los mitos que hacen que descartemos de plano el juego anal de nuestro repertorio sexual. Repasemos los más importantes, para que nunca más nos prohibamos sentir nuevos placeres!

  1. Sólo gente perversa y extraña tienen sexo anal: el sexo anal es practicado y disfrutado por mujeres y hombres de todo tipo.  La noción de que el sexo anal es anormal o perverso se basa en que asumimos que sólo algunos tipos muy específicos de sexo (contacto pene-vagina con fines procreativos; el encuentro de los viernes a las 8 PM con las luces apagadas, en la posición del misionero, y en la cama matrimonial) son naturales, normales y convencionales.  El sexo definido con semejante estrechez, claro que no incluye al sexo anal como una opción más de placer sexual.
  2. El ano y el recto no deben ser erotizados: el ano y el recto están llenos de terminaciones nerviosas muy sensibles, y la estimulación del ano y la penetración del recto pueden ser intensamente placenteras – y orgásmicas – tanto para el hombre como para la mujer.  Básicamente, el ano viene equipado para ser erotizado.
  3. El sexo anal es sucio: siempre y cuando se mantenga una buena higiene, el sexo anal no es más sucio que otros tipos de expresión sexual.  Como regla general, existe sólo una muy pequeña cantidad de materia fecal en el canal anal y el recto.  Algunas personas prefieren bañarse antes de sostener relaciones anales para asegurarse de haber lavado bien el área y sentirse más frescos.  Es realmente todo lo que se necesita hacer.
  4. La penetración anal es una práctica sexual exclusiva de homosexuales: claro que no! no hay que ser hombre, ni homosexual para disfrutarlo! Y aunque muchos hombres homosexuales practican la penetración anal, las felaciones son muchísimo más comunes.  De hecho, los juegos anales más frecuentes suelen ser manuales u orales.
  5. La penetración anal siempre provoca dolor a quien la recibe: con deseo, relajación, buena comunicación, confianza, y mucha lubricación, la penetración anal no sólo no es dolorosa, sino que puede ser excitante y orgásmica.

Fuente: www.universoalessandra.com

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