Filmarte con tu pareja mientras mantienen relaciones sexuales puede ser súper excitante, pero deben estar muy seguros de hacerlo y tomar algunos que otros recaudos de antemano .
Hace un tiempo, la actriz argentina Florencia Peña me preguntó si yo había visto su famoso video, que tanto dio de qué hablar en su país de origen. A lo que le contesté: “No vi el video y te digo la verdad, no lo vi porque sé que no lo pusiste tú, sino no hubiera tenido problema. Pero sabiendo que tú no querías que estuviera, decidí no verlo”.
Este video reavivó la polémica acerca de si está bien o mal grabarse durante la intimidad en pareja. Pero lo cierto, es que éste no es un hecho aislado, sino muy por el contrario, una práctica en auge. Una información dada a conocer por la red Taringa, deja en evidencia que para los argentinos es una tendencia creciente: sólo en 2012 se publicaron más de 150 mil fotos y filmaciones caseras hot, un 50 por ciento más respecto a 2011.
Pero ¿por qué hay gente que disfruta grabándose en la intimidad y algunos hasta desean hacerlo público?
Vayamos por partes. Grabarse con la pareja teniendo relaciones sexuales, para algunas personas es una experiencia sumamente sensual y excitante. De alguna manera, se duplica ese disfrute que comparten juntos. Ver estos videos les permite evaluar cómo es su propio desempeño, y resulta una buena manera de conocerse y aprender. Se sabe que la mayor parte de los que se filman, lo hacen por pura curiosidad, para cumplir una fantasía o por el deseo de complacer a su pareja.
Otros deciden ir un poco más allá, subiendo sus videos a la red, haciendo realidad -de manera virtual- la fantasía exhibicionista de que los demás los vean. Y no es sorprendente que así sea. Vivimos en unos tiempos donde ya son pocas las cosas que permanecen en el plano de lo “íntimo”, debido a la proliferación de las redes sociales y sitios donde subir videos. Muchos se vuelven casi adictos a la aceptación de los demás y necesitan permanentemente que los otros con sus “likes” y comentarios, les den algunas palmaditas a su ego. El narcisismo hoy se hace más evidente que nunca y esto incluye también el plano sexual. Pero si los protagonistas del video hot son adultos, y de común acuerdo deciden compartir sus experiencias sexuales en sitios también para adultos, la práctica no tiene absolutamente nada negativo.
El problema se presenta cuando decidimos grabarnos, y ese video que estaba reservado sólo para nosotros dos se hace público; ya sea porque alguien de la pareja rompe el acuerdo o cae en manos de un tercero.
Para grabar un video sexual hay que tener muchísima confianza en la pareja, si no queremos que nuestras imágenes estén al alcance, literalmente, de todo el mundo. Porque lo que se pone en Internet, lo puede ver cualquiera!
Los riesgos de esta práctica, de hecho, no se deprenden de la práctica en sí misma, sino en la huella imborrable de este material, y la amenaza que representa ese vídeo si se rompe la relación de pareja; ya que podría terminar en cualquier página de Internet.
No solo personalidades famosas han sido perjudicadas, sino un gran número de personas anónimas en todo el mundo, especialmente jóvenes, para quienes estas relevaciones han traído mucha vergüenza y sobre todo, trastornos psicológicos y problemas en su vida diaria.
Es por eso que antes de caer en la tentación de grabarnos en la intimidad, es importante que tomemos ciertos recaudos:
- Si no están convencidos de hacerlo, entonces NO LO HAGAN.
- No se graben de manera impulsiva: si no has tenido tiempo para pensarlo, di que no. Para decir que sí, nunca es tarde!
- Hablen sobre los riesgos con sus parejas.
- Decidan quién va a conservar el original.
- Asegúrense de que no haya copias.
Si después de haber evaluado los pros y contras, han decidido protagonizar un video íntimo, pues no queda más que decirles: ¡Luz, cámara… a gozar!
Fuente: www.universoalessandra.com