Para llevar a cabo la técnica de Pompoir de manera correcta no sólo hay que permitir que la vagina esté dilatada y humedecida, también entrenar la musculatura pélvica (principalmente el músculo pubocoxígeno).

¿Qué es el Pompoir y por qué es benéfico para mi suelo pélvico?

 

El Pompoir o beso Singapur es una técnica de fortalecimiento pélvico que tiene más de 3 000 años de práctica. Nació en India, extendiéndose hacia Tailandia y Japón. Ahora, mediante un artículo de la columnista Emma Gold para el GQ, el Pompoir es uno de los ejercicios más recomendados para tanto fortalecer como tonificar el suelo pélvico, y disfrutar de una sexualidad plena con la pareja. 

En otras palabras, el Pompoir (del francés que quiere decir “succionador” y se pronuncia /pompuá/), Beso Singapur o Kabazza (en su versión árabe) es una técnica en donde la mujer logra estar en dominio de la musculatura pélvica y, al introducir el pene, se estimulan realizando movimientos similares al de la succión. Se dice que mientras que el efecto en el pene es similar al sexo oral, la mujer puede llegar a experimentar orgasmos en tres distintas zonas: el clítoris, el punto G y el útero.

Pompoir: activar el core mediante los ejercicios de Kegel

Para llevar a cabo la técnica de Pompoir de manera correcta no sólo hay que permitir que la vagina esté dilatada y humedecida, también entrenar la musculatura pélvica (principalmente el músculo pubocoxígeno). La mejor manera es practicando los ejercicios de Kegel, activando el core, el abdomen transverso y las paredes vaginales.

Conoce más sobre cómo realizar adecuadamente los ejercicios de Kegel. 

Una vez que se tengan dominados los ejercicios de Kegel, activando el core y evitando generar presión innecesaria en el suelo pélvico, el beso Singapur es relativamente sencillo:

  • Con la entrada de la vagina dilatada y lubricada, sentarse a horcajadas encima de él. Él necesita estar completamente pasivo durante la práctica.
  • Una vez que se introduce el pene a la vagina, las caderas necesitan permanecer quietas mientras se usan las manos para una estimulación corporal general.
  • Empezar a llevar a cabo las contracciones de las paredes vaginales reguladas por una respiración profunda, y marcadas de manera intensa y continuada.

Hay ocasiones en que se recomienda realizar los ejercicios de Kegel manteniendo la contracción durante 10 o 15 segundos antes de relajar las paredes vaginales por completo previo a la práctica sexual. Es importante mantener en mente que se trata de una técnica nueva y diferente para el cuerpo, por lo que es normal si no sale del todo bien ni a la perfección durante el primer intento.

Fuente: MariaJoseCA

 

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