La pasan genial juntos, pero en la cama hay mucho, muchísimo que perfeccionar. La comunicación es la clave dentro y fuera de la habitación para mejorar y empezar a disfrutar también en la intimidad. 

Se llevan bárbaro, se divierten cuando están juntos y comparten un montón de cosas, pero en la cama… ¡Son un desastre! Hablo en plural porque el sexo es de a dos. No vale echarle la culpa al otro porque no te gusta cómo te practica sexo oral o porque tu quieres que te trate furiosamente y él es un dulce que te besa suavemente durante el encuentro íntimo. Entonces, ¿cuál es la solución para una pareja que no se lleva bien en la cama? ¡La comunicación! Si bien hay amantes con los que el sexo fluye maravillosamente, hay otros con los que no. Y en este último caso, deberás evaluar si verdaderamente te gusta y le ves potencial a la pareja como para hacer el esfuerzo de sentarte a tener una conversación, que será difícil, y así ambos comprometerse a un cambio. Hazte a la idea de que ningún hombre cumplirá con la extensa lista de requisitos que tenemos la mujeres. Por lo tanto, si tienen una linda relación, pero el sexo deja bastante que desear, ¡vale la pena intentarlo! Nadie tiene la obligación de saber de antemano lo que a ti te gusta en la cama.

Cuando estás en una relación y algo no funciona lo peor que puedes hacer es no hablarlo, especialmente cuando se trata de algún problema de índole sexual. No sólo que no se resolverá por si solo, sino que se profundizará y afectará otras áreas de la relación que estaban bien, a la vez que la distancia comenzará a crecer entre ustedes. En cambio, si decides comunicar lo que te está sucediendo experimentarás una sensación de alivio y se abrirá la posibilidad de generar un cambio. ¡Atención! El saldo esperable, luego de la conversación, es que ambos se encaminen a solucionar el problema, pero deben contemplar todos los escenarios. Es decir, incluso la conversación puede terminar en una ruptura. Es imposible determinar cómo va a reaccionar el otro y cómo puedes reaccionar tu ante sus respuestas o reclamos. Pero recuerda que lo “no dicho” aleja, ¿y qué sentido tiene seguir juntos cuando existe un abismo entre ustedes? Mientras que si lo hablas y tienes una buena recepción, se profundizará la intimidad emocional y se sentirán más unidos y fuertes.

También puedes transmitirle tus deseos y necesidades a tu pareja de manera no verbal. ¡Claro! A través de gemidos, mostrando con tus acciones lo que quieres que sea recíproco, dando feedback positivo cuando te gusta lo que te está haciendo o quedándote calladita cuando no te movió ni un pelo. A su vez, puedes comunicarte físicamente. Es muy simple; sólo tienes que dirigir a tu pareja hacia esas partes que deseas que sean estimuladas. Aunque la comunicación no verbal es mucho más fácil, es mucho menos efectiva que la verbal, ya que no puedes ser específica en lo que estás comunicando y como se da durante el encuentro sexual, en el calor del asunto, es probable que tus deseos no queden tan grabados en la memoria de tu pareja. Por eso mismo, aquí comparto varios consejos para que te animes a hablar de sexo  con tu pareja:

  • Intenta familiarizarte con ciertas palabras para tener el valor de decirlas en voz alta. Haz un listado de las palabras relacionadas con la sexualidad, que incluya a las más correctas como a las más vulgares. Luego, cuando estés a solas, repítelas en voz alta una y otra vez hasta que dejen de incomodarte. Así será mucho más fácil armar aquello que quieres decir de forma discreta y específica.
  • Encuentra el lugar y el momento adecuados para hablar con tu pareja porque la conversación será incómoda. Evita las situaciones de vulnerabilidad como cuando están desnudos en la cama. Privilegia la privacidad y procura que no haya interrupciones.
  •  Debes tener muy claro lo que quieres comunicar. Y si no lo tienes, déjale saber que quisieras abrir un foro para que discutan cierto tema o situación, pero que aún no tienes claridad absoluta al respecto.
  •  Habla sobre tus experiencias y preferencias. Haz sugerencias y rehúye de las acusaciones. Con frases como “A mí me gusta…” o “Quisiera que…” obtendrás mejores resultados que si dices “Es un desastre cómo me besas”.
  •  No supongas ni asumas nada. Cuando creas que están llegando a determinadas conclusiones, verifica con tu pareja para ver si ambos están en la misma línea.
  • Tiene que haber espacio para la negociación. Tu puedes expresar tu punto de vista, pero tu pareja tiene el mismo derecho a dar a conocer el suyo, que puede coincidir o no con el tuyo. La idea es buscar aquellos puntos en los que coinciden, o en los que pueden llegar a coincidir, sin que ninguno de los dos haga o se someta a nada que no quiera hacer.
  • Pueden llegar a ciertas conclusiones como resultado de la conversación, pero eso no significa que serán inalterables por el resto de sus vidas. Los gustos y preferencias, así como las necesidades, van  cambiando. La edad, el nivel de madurez y las nuevas fantasías provocan nuevos intereses y deben estar abiertos a continuas conversaciones.

Fuente: www.universoalessandra.com

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