El camino hacia el orgasmo femenino

El orgasmo es el gran comedor de palabras. Sólo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, pero no la palabra. – 

 

 

Ninguna obra literaria de la India clásica ha tenido la suerte, en Occidente, como el Kamasutra, el libro de arte erótico escrito e ilustrado por Mallanaga Vatsyayana en el siglo III d. C.,  el que no sólo expone posiciones sexuales, explora las relaciones, en general, entre hombres y mujeres. Allá, en la India, desde el inicio de su historia las mujeres no son más que la prolongación de un hombre, del que dependen siempre y al que siguen en su destino incluso en el más allá. Generalmente consideradas seres peligrosos a impuros, la ortodoxia las excluye del aprendizaje de la ciencia sagrada y de participar en el rito védico, asimilándolas a los estratos más bajos, serviles, de la colectividad.

Podríamos pensar que, al considerarlas seres inferiores, también en el ámbito erótico se concibe a la mujer sólo como un instrumento para el placer masculino. Pero, por una especie de milagro cultural, sucede todo lo contrario; dado que el amor es su misión reconocida, en la intimidad ella adquiere paridad absoluta con el hombre. Por otra parte, ¿cómo se podría alcanzar la verdadera satisfacción del deseo sin la participación y los estremecimientos de ambos? Toda la literatura sánscrita no cesa de proponer como modelo a una compañera de vida satisfecha en la intimidad, sin egoísmos, y a la que se le consiente. Para Vatsyayana este es un punto firme. Muchas de las partes del Kamasutra, en particular la sección sobre el amor físico, resultarían inconcebibles si en el plano erótico las mujeres no fuesen consideradas a todos los efectos iguales a los hombres.

Mallanaga exploró, desde hace siglos, las respuestas a la estimulación lejos de los prejuicios. Un misterio encantador, palpitaciones que desconectan… un tema de interés y fascinación  es el orgasmo femenino, que, a diferencia del masculino, visible por la eyaculación, el femenino carece de señales evidentes que prueban la obtención del orgasmo. Tema repleto de tabúes aún en la actualidad.  

El orgasmo femenino es aún un misterio para muchos, después de años de investigación, ahora se sabe que justo en el momento del orgasmo, que puede durar hasta 20 segundos, el cerebro de la mujer se “desactiva”, de esa idea surgió el término “la petite mort”.

Y es que es tan misterios incluso para algunas mujeres que uno de los grandes problemas que dicen tener con respecto a su clímax sexual, es que aseguran no saber bien si lo que sientes es o no un orgasmo. Pues bien, a fin de responder esa inquietud y porque el sexo también tiene su cultura, algunos investigadores dieron a conocer las etapas para conocer y reconocer uno.

La respuesta sexual femenina se constituye por cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Este ciclo podría demorar en promedio 20 minutos, con variaciones individuales, a diferencia del hombre que alcanza el orgasmo entre tres y cinco minutos.

La primera fase, la excitación, tiene una duración variable, desde sólo unos minutos a varias horas después de iniciada la estimulación erótica. Físicamente, la mujer se lubrica, experimenta la expansión de su vagina, hinchazón de los labios mayores y menores de la vagina, clítoris y senos. Además, hay un aceleramiento de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración.

En la segunda fase, la meseta, los cambios experimentados en la etapa de excitación se acentúan. Los labios vaginales se engrosan y cambian levemente de color, además, las paredes vaginales se llenan de sangre y el orificio vaginal crece. El clítoris también se llena de sangre. Los latidos del corazón y el pulso continúan acelerándose.

La tercera fase, la del orgasmo, es el clímax del ciclo. Es la etapa más corta, dura sólo unos segundos. En esta etapa, la mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias en la vagina, útero y/o recto, las cuales resultan muy placenteras. – 

La cuarta fase, la de resolución, se caracteriza por el retorno a un estado de reposo. Esta fase puede durar de cinco hasta 60 minutos. Aquí es cuando se regresa al estado previo a la estimulación. Durante esta fase algunas mujeres pueden responder a estimulación adicional luego del orgasmo, a diferencia del hombre, quien después de la eyaculación no responde a estímulos. Es importante considerar que la mujer presenta una fase de resolución mucho más larga que la del hombre, por lo que muchas sienten la necesidad de seguir acariciándose con su pareja o de mantener un estado de intimidad.

Según cerebros escaneados en mujeres durante el proceso para generar un orgasmo, la mayor parte del cerebro “se apaga”, como si de algún apagón provocado por una explosión se tratara. El rasgo del orgasmo es temporal: es la pérdida de la conciencia.

Quizá, mujeres que dicen no alcanzar el orgasmo sea porque lo convierten en un asunto de frustración, porque,  como dice Erica Jong en Ballada de cada mujer (1990): Es extraño que nosotros, los seres humanos, nos alejemos tanto de la naturaleza también al hacer el amor, que la espera del orgasmo, el ansia por alcanzarlo, vuelven teológico a este sentimiento; lo convierten en un asunto de ansias, espera y presión.

Al final del Kamasutra,Vatsyayana escribe: una persona conocedora de los verdaderos principios de este conocimiento, que preserva su dharma [virtud o mérito religioso], su artha [riqueza material] y su kama [placer sexual] y que tiene cuidado con las costumbres de las personas, seguramente obtendrá el control sobre sus sentidos. Es decir, un hombre inteligente y conocedor que cuide tanto dharma comoartha y kama, que no se vuelva esclavo de sus pasiones, obtendrá el éxito en todo lo que quiera hacer.

Fuente: Centro Chileno de Sexualidad. – See more at: http://culturacolectiva.com/el-camino-hacia-el-orgasmo-femenino/#sthash.HTfG2ZHJ.dpuf