Si estas soltera, es una buena oportunidad para experimentar cosas nuevas, conocer qué te enciende, perfeccionarte como amante y hasta cruzar alguno de tus propios límites. Siempre que lo hagas responsablemente, ¿por qué no?

Si bien estar en pareja con alguien que te ama incondicionalmente y se preocupa por ti es algo maravilloso, la soltería puede ser también una experiencia súper rica en varios sentidos. En el caso particular de la sexualidad y el sexo, puedes vivirla como un camino de autoconocimiento para descubrir qué cosas te encienden en la cama, darte cuenta en cuáles eres una buena amante, perfeccionarte  y hasta para experimentar el sexo casual, un trío o un jugueteo lésbico, ¿por qué no? Piensa que la libertad que provee la soltería es perfecta para divertirte y finalmente dar con esa mujer que te gustaría ser en la cama. Eso sí, siempre debes tomar los recaudos necesarios y reflexionar bastante sobre las consecuencias. El sexo es un juego de adultos y, como tales, debemos comportarnos responsablemente.

Dile SÍ a la masturbación

Aún en el siglo XXI, la masturbación femenina sigue siendo uno de los temas más tabú del sexo. Al punto de que, incluso entre amigas, las mujeres no se animan a admitir que se masturban o que al menos alguna vez lo han hecho. ¡Despójate de tus prejuicios, y anímate a masturbarte! Porque si ni siquiera tu conoces cuáles son las caricias que más te calientan, menos podrá saberlo tu chico cuando estés en pareja.  A través de la comunicación verbal o de los gestos y gemidos, luego podrás indicarle si eso te gusta o no, si está bien así o lo deseas más suave, ¡o más fuerte! Créeme que si te masturbas regularmente ello repercutirá muy favorablemente cuando mantengas relaciones sexuales con una pareja.

Además, es una manera deliciosa de disfrutar plenamente de tu sexualidad. ¡La pasarás súper bien! Escoge un momento en el que te encuentras a solas y sin interrupciones. Olvídate de tu celular, de Twitter y Facebook, ¡y entrégate a tu propio placer! Te ayudará a liberar tensiones, conciliarás mejor el sueño y lucirás mucho más relajada. Aunque para ti un orgasmo auto provocado pueda tener menor valor personal que uno alcanzado a través de la penetración, ¡un orgasmo es un orgasmo! ¡Celébralo!

Sexo casual

Hay mujeres que aman la adrenalina del sexo casual. Conocer a un hombre en un bar, coquetear con él, compartir unas copas, comenzar a besarse adelante de todos y terminar en su cama es más o menos como la danza de un lobo –¡o una loba!- cuando va a cazar a su presa. Incluso, el hecho de que quizás nunca más vuelvas a verlo puede ser liberador. ¡Claro! Como la única expectativa que tienes es disfrutar de ese momento, estarás mucho más enfocada en tu placer y en pasarla bien. Poco importará cómo te ves con esa luz, si estás siendo demasiado ruidosa o si no te invita a pasar la noche con él; ¡sólo querrás disfrutar!

El sexo casual es una vía más para descubrir a la mujer que deseas ser en la cama y darle rienda suelta. No sólo es otra manera de darte cuenta qué cosas te gustan a ti, sino qué cosas les gustan a ellos de ti, algo que también redundará en una vida sexual mucho más rica cuando estés en pareja. Sin embargo, es cierto que no todas las mujeres estamos hechas para disfrutarlo. Hay quienes no les enciende ni un poco o hasta les causa pánico la idea de compartir una experiencia tan íntima con un completo extraño, ¡y está perfecto! Ya sabes, sobre gustos…

Pero recuerda, si vas a practicar sexo casual, siempre toma las precauciones necesarias: usa preservativo para evitar contraer o transmitir enfermedades venéreas y recurre a métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados (consulta con tu médico para ver cuál es el más adecuado para ti).

¿Te animas a más?

Si tienes espíritu aventurero y estás fantaseando con cosas nuevas, como un trío o una relación lésbica, la soltería es tu momento para hacerlo, pero antes de lanzarte a la aventura, mi recomendación por excelencia es que estés súper segura. ¿Por qué? Las fantasías habitan en el terreno de lo imaginario, pero cuando las concretas suelen ser bastante diferentes a lo que una esperaba. En tu cabecita tu eres como la directora de una película y decides sobre absolutamente todo y controlas todo. ¡Nada más alejado de la realidad! Cuando vives una relación sexual, ya sea con una o más personas, no puedes controlar ni sus deseos, ni sus sentimientos, ni sus pensamientos, ni sus emociones. Ni si quiera tu misma sabes de antemano cómo vas a sentirte, ¡menos con algo que jamás has experimentado!

Por lo tanto, antes de zambullirte, ten en cuenta los siguientes consejos: piensa cuáles son tus límites sexuales y aclara hasta dónde estás dispuesta a llegar; reflexiona sobre las posibles consecuencias y si te encuentras preparada para afrontarlas; siempre puedes decir que NO si no te encuentras a gusto; deja bien claro si sólo estás buscando pasar un buen momento o si estás abierta a prolongar esos encuentros en el tiempo y ver qué sucede. ¿Quién dijo que si no tienes una pareja estable no puedes disfrutar de una vida sexual súper satisfactoria y novedosa? ¡Sólo es cuestión de atreverse!

Fuente: www.universoalessandra.com

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